No es demasiado dramático decir que vivimos en la era dorada de los teclados para juegos. Razer ha jugado un papel importante en la creciente popularidad de estos periféricos, desde que debutó con el primer teclado mecánico en 2010. El BlackWidow original se convirtió en un éxito de ventas instantáneo y, en los años siguientes, la empresa introdujo interruptores mecánicos más duraderos y personalización a través del software. El Razer Huntsman V2 Analog es, en muchos sentidos, un producto de la evolución de estos dispositivos, pero también tiene ambiciones más elevadas que trascienden las capacidades de los teclados tradicionales.